Teresa Cheng, ministra de justicia de Hong Kong, tuvo que aguantar un escrache en el que le gritaron asesina mientras deslumbraban con linternas y láseres. En las calles de Londres, unos manifestantes la interceptaron por la calle hasta que logran cortarle el paso cuando se dirigía a dar una conferencia.

Ella aguanta y con gesto serio parece decirles que no con la mano, pero la tensión llega al máximo cuando, tras pasar una verja, Cheng cae al suelo. Aunque se levanta rápidamente, tuvo que ser revisada en el hospital más tarde.

La policía británica investiga ahora si cayó o la empujaron, algo que no se aprecia en las imágenes. Mientras, el incidente ha provocado la ira de Pekín, que pide detenciones porque Cheng es clave en el gobierno de Hong Kong. Se trata de una de las responsables del proyecto de ley de extradición a China, la norma que desató las protestas en el territorio.