Escoltas, francotiradores y un buggy bautizado como 'Golf Force One': el brutal dispositivo de seguridad de Trump para jugar al golf en Escocia

Un paisaje idílico y una escena propia de una película de acción. Así ha sido la llegada de Donald Trump a Escocia este fin de semana para pasar unos días libres en un espectacular complejo residencial ubicado en un campo de golf en el que el magnate ha podido disfrutar de una de sus grandes pasiones.

El presidente estadounidense ha podido divertirse en la hierba, pero lo ha hecho con un brutal dispositivo de seguridad debido a los dos atentados frustrados que sufrió hace menos de un año. De hecho, uno de ellos se produjo en uno de sus campos de golf en Florida.

Trump llegó al campo rodeado, además de su hijo y de la portavoz Karoline Leavitt, por decenas de escoltas y francotiradores se encargaron de garantizar la seguridad del líder republicano, pero si algo ha llamado la atención ha sido su peculiar carrito de golf, un 'buggy' negro completamente blindado.

Se trata de un Polaris Ranger XP modificado, un vehículo utilizado por la policía rural-forestal británica y por policías de algunos estados de EEUU, como las de Washington o San Francisco.

Buena prueba del enorme nivel de seguridad que tiene el vehículo es el contorno del parabrisas, que indica que se trata de un cristal antibalas. De igual modo, tiene reforzados los marcos de las ventanillas para recibir cualquier tipo de impacto.

Los cristales parecen tintados, pero no lo están. Ese tono oscuro se debe en realidad a que no son simples lunas, sino lo que en el mundo de los automóviles se conoce como 'armadura de seguridad', un sistema que lleva varias capas para aumentar la resistencia en caso de impacto de cualquier proyectil.

Aunque no llega al nivel de 'La Bestia', el coche presidencial de Trump, este vehículo ha sido bautizado en Estados Unidos como 'Golf Force One' por su blindaje.