La recuperación de Donald Trump no encaja para los expertos. José Antonio López Guerrero, director del grupo de Neurovirología de la UAM, afirma que "hay muchas lagunas" desde el punto de vista científico.

En un comunicado, su médico defiende que ya no es contagioso, mientras que el presidente de Estados Unidos habla de "terapias y medicamentos poderosos": "Estamos curando a los enfermos y nos vamos a recuperar".

Entre esos medicamentos está el que ha curado a Trump, una mezcla de anticuerpos experimental que se desarrolla en tres fases. La primera cuenta con la mayor parte de anticuerpos comunes; la segunda, lleva a cabo un concentrado más perfeccionado; la última tiene anticuerpos monoclonales, idénticos.

Pero aun así, los expertos dudan de la situación médica del presidente porque esta es una medicación que se administra "cuando estamos en los primeros días de síntomas o para prevenir asintomáticos", como nos cuenta Alfredo Corell, catedrático de inmunología de la Universidad de Valladolid.

Además, Trump también ha recibido medicinas para cuando la situación es más grave, como corticoides. A esto suma las dudas sobre la inmunidad y el peligro que pueda suponer el presidente.

"Es técnicamente imposible que haya desarrollado anticuerpos de larga duración en una semana", afirma López Guerrero. Porque los anticuerpos pueden ser activos, con memoria a largo plazo, o pasivos, donde es necesario volver a protegerse con el paso del tiempo. Y este tratamiento produce una inmunización "pasiva" y "transitoria", como cuenta Corell.