Un "error humano" fue el causante de que fallase la primera alerta de fuego durante el incendio que se originó en el techo de la catedral de Notre-Dame el pasado 15 de abril. Así lo ha confirmado la cadena de televisión francesa 'BFM TV', que además apunta a que la persona que verificó esta alarma lo hizo en un lugar erróneo.

La primera alerta se produjo a las 18:20 de la tarde, sin que se encontrase nada, y la segunda veinte minutos después, cuando las llamas ya habían alcanzado parte de la cubierta y la aguja.

Los investigadores que comprobaron el sistema de alarmas explican que funcionó de manera correcta, pero que un fallo humano hizo que se perdieran minutos cruciales que podrían haber salvado gran parte de la catedral.

"Hubiéramos ganado media hora, lo que es enorme. Podríamos haber conservado la aguja seguramente", dijo a 'BFM TV' el conservador general de Patrimonio, Jacques Pérot. Esta primera alarma sonó en una zona en la que no había fuego.

No obstante, aunque aún intentan descubrir si fue el ordenador quien notificó el incendio en un área fuera de peligro, la empresa defiende que el trabajador se limitó a seguir el protocolo de seguridad.

La instalación contra incendios estaba diseñada para apagar un fuego en su inicio, pero con los retrasos registrados en su localización ya había crecido demasiado, según ha revelado previamente 'Le Canard Enchainé'.

La empresa encargada de la reconstrucción de Notre-Dame defiende su inocencia: "No quedaba ningún trabajador"

Las autoridades francesas creen que el incendio de Notre-Dame tuvo un origen accidental