El mayor grupo terrorista del mundo. Es la dura acusación que ha hecho el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a Rusia tras la brutal ofensiva al centro comercial de Kremenchuk. Un ataque que ha dejado casi una veitena de víctimas, más de medio centenar de heridos y miles gritos en medio del caos. Las tropas rusas avanzan en las regiones desde el este del país.

Mikolaev y Odesa son los nuevos objetivos del Kremlin. Por ello, el Gobierno ucraniano no se cansa de pedir más armas. Y así lo ha reclamado la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, en una entrevista concedida en exclusiva a laSexta: "Sin ayuda de las armas (oocidentales) no podremos detener a Rusia". Las bombas también han vuelto a caer en Járkov; esta vez, en un escuela.

Así las cosas, Putin parece no diferenciar entre objetivos civiles y militares. Por ello, Zelenski ha advertido: los avisos antibombas son cruciales. "Cuando escuchéis las sirenas de emergencia, por favor, id al refugio", ha indicado el mandatario ucraniano. El cansancio y el gran número de pérdidas en el frente de batalla -según el gobierno, 100 soldados muertos al día- pesan en la espalda de las autoridades ucranianas. Pero no minan su moral.

"Estamos dispuestos a aguantar valientemente hasta la victoria", ha afirmado Hanna Maliar. Para alcanzar esa victoria y poner fin de una vez por todas a esa guerra sin frenos en activo durante más de 100 días, han insistido en la mayor reclamación que hacen a la Unión Europea y al resto de occidente desde el inicio del conflicto bélico en Ucrania: necesitan más ayuda y armas para defenderse de Putin.