Cuando varios pescadores se acercaron hasta el lugar y comprobaron que lo que flotaba en el agua de la playa era un cadáver sin cabeza, apenas pudieron creer lo que estaban viendo.

El cuerpo, según informa Daily Mail, se encontraba en una zona muy turística del país y llevaba, al menos, diez días en el agua.

El cadáver cuenta con un tatuaje en el brazo que podría ayudar a su identificación.

A pesar de lo escabroso del suceso, el hallazgo no quedó sólo en eso. Poco después y a pocos kilómetros de distancia apareció otro cuerpo y la cabeza de una mujer. Este segundo cuerpo sólo lleva ropa interior.

A la espera de los resultados de la autopsia, la Policía de Tailandia, que se ha hecho cargo de la investigación, considera que los hechos están relacionados. Por ahora, revisan las listas de personas desaparecidas para tratar de esclarecer si las víctimas figuran en ellas.