El número de migrantes muertos en el mundo en su intento de buscar una vida mejor, alejada de la violencia o la pobreza, aumentó un 23% hasta 3.700 casos, la gran mayoría en el Mediterráneo, durante los primeros seis meses del año respecto al mismo periodo de 2015.

Así lo informó la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) al remarcar que si las cifras de decesos del primer semestre de 2016 se comparan con los datos de enero a junio de 2014, el incremento supera el 53%. La dramática evolución en el número de fallecidos se explica, según la OIM, por un crecimiento de las muertes en el Mediterráneo, el Norte de África, Oriente Medio y el Cuerno de África.

El número de personas que perdieron la vida en otras regiones del mundo se mantuvo estable con respecto a 2015, e incluso en el Caribe y el Sudeste Asiático la cifra de decesos descendió. De las 3.700 muertes producidas en el primer semestre de este año, el 78% fueron en el Mediterráneo cuando en 2015 representaron un 60%.