La emoción de los fieles en el último adiós al papa Francisco: "Se me ha puesto la piel de gallina"

Nadie quería perderse el funeral del papa Francisco. Nadie, de los fieles presentes en Roma, quería quedarse fuera de la plaza de San Pedro. Del lugar en el que se ha dado el último adiós al sumo pontífice. Y daba lo mismo correr. Daba lo mismo esprintar. Daba lo mismo llevar hábitos o no llevarlos para ser uno de los elegidos en un día histórico.

En un día de despedida. Una despedida que, para algunos, ha sido una auténtica peregrinación. Porque hay quien se ha dado una buena caminata para llegar al funeral del papa: "Hemos hecho caminando unos 200 kilómetros".

No es para menos, porque los que han estado allí, o bien en la plaza o bien en las calles para ver pasar el papamóvil, definen lo vivido como "un momento muy emotivo". "Mucha gente. Todos empezaron a aplaudir... y se me puso la piel de gallina", expresa una de las presentes en Roma.

Así ha pasado. Así ha habido de carreras para entrar en la plaza de San Pedro y así se ha vivido el momento en que, a las diez de la mañana, sacaban el féretro. En ese momento en que ya el termómetro marcaba 20 grados que han provocado que alguno que otro haya usado el libro de oraciones para cubrirse del sol.

Eso sí, no ha llovido al gusto de todos. Porque hay quienes tenían ya preparada su visita a Roma antes de la muerte del papa y se han encontrado con una buena multitud. "No es el viaje planeado", han dicho de un día en el que, según el ministro del Interior de Italia, se han congregado o bien en la plaza de San Pedro o bien en el trayecto del papamóvil hasta la basílica de Santa María la Mayor más de 400.000 personas.

En el debe que le dejan al papa Francisco, el papel de la mujer en la Iglesia: "Me habría gustado ver a más".