El atentado de Paris no fue el primer ataque de Daesh fuera de Irak y Siria, pero fue el que llamó la atención sobre su red global de terroristas. Ahora sabemos más detalles gracias a Harry Sarfo, un arrepentido que abandonó el grupo yihadista y que, ahora, cumple condena en una cárcel alemana.

Él ha revelado al 'New York Times' los detalles sobre la unidad encargada de sembrar el terror en todo el mundo, una especie de servicio secreto yihadista llamado Emni. Esta unidad está cargo de Abu Mohamen Al Adnani, el portavoz y jefe de propaganda de Daesh. De él dependen varios lugartenientes encargados de supervisar las actividades del grupo en las distintas regiones del mundo. Tienen carta blanca para seleccionar a los miembros que enviarán a atentar y planificar los ataques.

Entre sus reclutas destaca Abdelhamid Abaaqud, el cerebro de los atentados de París. Su papel y el de otros retornados enviados por Emni es dar instrucciones a jóvenes radicalizados dispuestos a atentar en nombre de Daesh. Les enseñan todo, desde cómo reivindicar los ataques hasta a fabricar explosivos.

De las filas de Emni salió también Najim Laachriaqui, que fabricó las maletas bombas utilizadas en el aeropuerto y el metro de Bruselas. También fue esta unidad secreta la que formó a los autores de los atentados en el Museo del Bardo y en la playa de Soussa, en Túnez.

Daesh selecciona a los miembros de la red en función de su nacionalidad y de los idiomas que hablan. Los más cotizados, cuenta el arrepentido, son alemanes y británicos. Ya son cientos los retornados enviados por Emni a varios países de Europa, incluida España. Una red de vital importancia para Daesh ahora que pasan apuros para mantener el terreno del Califato en Irak y Siria.