Emmanuel Macron, es el candidato del centro y la moderación: "Más allá de la disyuntiva derecha e izquierda. Somos alternativa". Banquero de profesión, es casi un recién llegado a primera línea de la política. Trabajó dos años en el Elíseo como consejero de Hollande y dos más como ministro de Economía, por eso su rival Le Pen le acusa de ser el candidato del sistema.

Hace apenas un año fundó su movimiento, En Marcha, para presentarse a estas elecciones. Su victoria, la de un candidato sin un aparato político fuerte detrás, prueba el declive de los partidos tradicionales. Sin una base asentada de votantes, y un partido que aún se está configurando, su gran batalla es afianzar su liderazgo de cara a las elecciones parlamentarias de junio. Si no lo consigue, tener difícil gobernar en minoría.

Macron defiende un programa aperturista en temas de inmigración y favorable al libre mercado. Además, ha hecho del euro y la UE el eje de su proyecto. Lo que le ha convertido en el preferido de Bruselas y ha logrado atraer el voto de jóvenes, urbanitas y de clase social media alta.

En esta segunda vuelta Macron tratará de captar a votantes de todos los espectros, en especial el de aquellos con miedo a que la ultraderecha divida el país y así, con tan solo 39 años convertirse en el presidente más joven de Francia.