Emma Watson comienza su discurso en la cumbre de One Young World 2016, celebrada en Ottawa, Canadá, haciendo un emocionante, aunque breve, recorrido por sus dos primeros años de "activismo".

La actriz británica comenzó a luchar por "ser visible" con el lanzamiento de la campaña #HeForShe. Desde entonces, asegura, sus "mayores esperanzas y peores temores se confirmaron".

Watson "abrió la caja de Pandora" con su iniciativa y sufrió las consecuencias en forma de ataques, críticas y amenazas, pero ahora, tras esta "prueba de fuego", lanza un mensaje de ánimo para todos los que luchan por la equidad entre hombres y mujeres.

"Cada vez que un hombre o una mujer lucha por un ideal, o hace algo para mejorar la vida de los demás, o se manifiesta contra la injusticia, manda un pequeño atisbo de esperanza", dice Watson, parafraseando a Bobby Kennedy cuando fuera senador de Nueva York.

"Cuando millones de atisbos se cruzan, construyen un movimiento que puede derrumbar las barreras más opresoras y resistentes", dice, en referencia al movimiento feminista. "Eso es lo que estamos haciendo", añade.

Una ovación acompaña a las últimas palabras de la actriz, que alentada por los asistentes, anima a que los "atisbos de esperanza" lleguen sin importar la raza, la edad, el ámbito o las experiencias.