El embajador ruso ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, abandonaba abruptamente este lunes la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en protesta por las acusaciones de Charles Michel sobre la violencia sexual perpetrada por las tropas rusas en Ucrania.

"Puede marcharse. Seguramente es más fácil no escuchar la verdad, querido embajador", ha aseverado el presidente del Consejo Europeo, que se ha referido en su intervención a los "informes sobre fuerzas rusas que utilizan la violencia sexual como arma de guerra".

"La violencia sexual es un crimen de guerra, un crimen contra la humanidad, una táctica de tortura, terror y represión. Actos vergonzosos en una guerra vergonzosa", ha sentenciado el representante de la Unión Europea, que ha defendido la necesidad de exponer estos crímenes y que sean perseguidos "sin impunidad".

La delegación rusa había negado estas acusaciones incluso antes de la intervención de Michel. "La mayor prueba de nuestros colegas occidentales y ucranianos es decir que los militares rusos violan a mujeres en todas partes. Eso es todo. Ni un solo ejemplo ni hecho", ha apuntado el 'número dos' de la delegación rusa ante la ONU, Dimitri Polianski, según recoge la agencia de noticias TASS.

Los representantes rusos asimismo han negado su responsabilidad en la crisis alimentaria, después de que Michel denunciara ante la ONU que los ataques rusos impiden a Ucrania plantar y cosechar sus cultivos y acusara al Kremlin de atacar almacenes de grano y robarlo de las zonas ocupadas mientras "echa la culpa a otros", algo que tachó de "cobarde" y "propaganda".

"Nos acusan de provocar una crisis alimentaria. Es impresionante lo que se han degradado la Unión Europea y sus dirigentes", aseveró por su parte Polianski en un mensaje publicado en Telegram.