Vladimir Putin cruzó por primera vez las puertas de oro del Kremlin como presidente electo en el año 2000. Desde entonces, ha encadenado victorias absolutas cada vez que el pueblo ruso ha acudido a las urnas sin ni siquiera un atisbo de un rival fuerte en la oposición.

Este año se cumplen 24 desde el inicio de su primer mandato, que no ha soltado desde entonces. Y aunque todavía no es oficial, sí es oficioso que continuará en el cargo hasta 2030 con otra victoria en las elecciones que se están llevando acabo en el país.

Y, otra vez, de manera absoluta. "No podemos creer que Putin va a ganar de forma democrática. Todo está orquestado para que él pueda ganar. De hecho, los candidatos que se presentan en contra de él reconocen públicamente que no esperan ganar, que es imposible", explica Blas Moreno, codirector de 'El Orden Mundial'.

El resto de candidatos de estas elecciones, que no oponentes, secundan las políticas del líder ruso, incluida la invasión de Ucrania, porque saben que su derrota está asegurada. De hecho, las protestas en contra de Putin han sido fuertemente erradicadas. "Más de 19.000 personas han sido arrestadas en los últimos meses. Muchas de las personas que han protestado en Rusia contra la guerra han sido acusadas de terrorismo", comenta Nacho Montanos, de Amnistía Internacional.