Es el turno de los
indecisos en un país polarizado que sentenciará su futuro. Dos candidatos que
sostienen un mismo record: el de la impopularidad, con el que han registrado un
record histórico.
El grupo de indecisos y
de quienes van a optar por un tercer partido se sitúa entre el 9% y el 17%.
Hace cuatro años estaba entre el 3% y el 5%. Las encuestas radiografían que los jóvenes es
el grupo predominante entre los que no han decidido aún su voto. Mismo grupo en
el que Trump obtiene los peores resultados.
Incluso entre el votante
republicano genera dudas: "Yo soy republicano, tal vez Trump si Trump
cambiará de actitud y pensará diferente y actuara diferente entonces, tal vez
podría votar por él, sino, no lo sé".
Ese "no lo sé"
encuentra parte de su justificación en una campaña agresiva, encarnizada y
llevada al barro prácticamente a diario. Una campaña exenta de propuestas pero plena de
misiles lingüísticos.