Joe Biden es el favorito para ganar las elecciones de Estados Unidos. Y holgadamente. Al menos, según las encuestas: desde el pasado mes de marzo, el candidato del Partido Demócrata ha batido en la previsión del porcentaje de voto a su rival en la Casa Blanca en casi todos los sondeos. Con el paso de los meses, la tendencia ha seguido un patrón diferente al de las elecciones pasadas, en las que Hillary Clinton también se postuló como favorita. Ahora bien, estos comicios son otra cosa, debido a que la crisis del coronavirus se presenta como determinante.
Ante el aluvión de sondeos, el medio FiveThirtyEight, que lleva años analizando procesos electorales, apuesta por dibujar la fotografía mediante la media de todas las encuestas. En este sentido, como se muestra en el gráfico inferior, es posible ver la evolución del porcentaje de voto entre Donald Trump y Joe Biden. Si bien a principios de marzo estuvo algo más apretado, con solo 4 puntos de diferencia entre uno y otro, el 1 de julio ese margen ya se había disparado a los diez puntos.
Un momento crucial en los últimos meses, según apuntan diversos medios como CNBC o Reuters, podría haber sido la infección por coronavirus de Trump, anunciada el pasado 2 de octubre. Es más, después de que se confirmara el positivo del presidente, la ventaja de Joe Biden ha aumentado. Asimismo, Reuters afirma a través de otra encuesta que la mayoría de los estadounidenses opina que Trump podría haber evitado su contagio si se hubiera tomado el virus más en serio.
El modelo utilizado por FiveThirtyEight aglutina más de diez fuentes estadísticas diferentes —entre ellas SurveyMonkey, una de las más poderosas de la industria—, y está habituado a tratar con ingentes cantidades de datos. De hecho, prácticamente cada día se publican decenas de encuestas destinadas a vaticinar el resultado de las elecciones estadounidenses del próximo 3 de noviembre.
Biden, favorito por estados, aunque algunos están en el limbo
Con respecto al mapa que dibujan las encuestas, como recoge el New York Times, el voto estaría repartido de forma desigual. A mediados de octubre, el candidato demócrata ganaría en 26 estados, mientras que Trump saldría victorioso en 22. No obstante, hay tres regiones (Florida, Georgia, Iowa) en las que podría salir un empate, y hay que tener en cuenta que los sondeos varían mucho entre sí: mientras que SurveyMonkey predice empate en Florida, por ejemplo, Clearview Research le da la victoria a Joe Biden con una diferencia de seis puntos. En el siguiente mapa se muestra por colores quién saldría victorioso en cada zona. La mayoría de estos datos proceden de SurveyMonkey.
La incertidumbre en los estados decisivos
Otro aspecto que denota la volatilidad de las encuestas es el estrecho margen que comparten varios estados: en al menos una decena de ellos, la victoria de los candidatos sería por menos de diez puntos de diferencia. Los datos muestran que Biden es capaz de cosechar más ventaja que Trump, pero no hay que olvidar que el actual presidente es favorito en algunas de las regiones más importantes, como Ohio o Nevada (en el segundo hasta por 20 puntos de diferencia).
Además, recordamos el empate que prevé SurveyMonkey en Florida, un estado que ha votado al partido ganador en las elecciones pasadas desde el año 1996. Por otra parte, las dudas también se presentan en Ohio, donde Trump aventaja por solo cuatro puntos a su rival: una baza que Joe Biden podría utilizar. Al fin y al cabo, ningún republicano ha llegado a la Casa Blanca sin Ohio, como recuerda el Washington Post.
Así, las encuestas dibujan un panorama en el que, por porcentaje de voto, el candidato demócrata se presenta como un indiscutible favorito. Pero aún hay quien recuerda el batacazo de Clinton en los comicios pasados ante unos ánimos parecidos. Sin embargo, sí está ocurriendo algo distinto: conforme se acercan las elecciones, crece la ventaja de Joe Biden.
La gestión de Trump de la crisis de la COVID-19 ha disgustado a la mayoría de americanos, según FiveThirtyEight, que apunta que un tercio de ellos están muy preocupados por la infección. No obstante, una gran pregunta sigue rondando por el electorado: ¿será la situación actual suficiente para derrocar a Trump? Solo el 3 de noviembre se sabrá la respuesta.