El candidato a la relección, Donald Trump, ha cuestionado reiteradamente el recuento de votos en las elecciones presidenciales ante los reñidos resultados de diversos estados clave. La primera vez que el presidente apeló a un presunto fraude fue anoche, en la Casa Blanca cuando los republicanos ya se habían adjudicado los delegados de los estados de Ohio, Florida y Texas, acortando distancia con el candidato demócrata Joe Biden.

El presidente de EEUU, Donald Trump, se autoproclamó ganador de las elecciones a pesar de que continúa el recuento en varios estados clave, y llegó ha asegurar que recurrirá al Tribunal Supremo para denunciar un presunto "fraude" en su contra. "Esto es un fraude al público americano, es una vergüenza para nuestro país, estábamos preparándonos para ganar estas elecciones, sinceramente hemos ganado estas elecciones", señaló en declaraciones desde la Casa Blanca.

Una idea que ha reafirmado al despertar de la noche electoral en su perfil de Twitter. El presidente ha cuestionado supuestas irregularidades en el recuento de votos que considera "muy extrañas". "Anoche estaba liderando, a menudo sólidamente, en muchos estados clave, en casi todos los casos controlados y controlados por los demócratas", ha indicado en sus redes. Para añadir que, "luego, uno por uno, comenzaron a desaparecer mágicamente a medida que se contaban los votos sorpresa". "Muy extraño, ¡y los 'encuestadores' lo entendieron completamente e históricamente mal!", ha manifestado.

El magnate también ha apuntado que su "objetivo" es "garantizar la integridad por el bien de esta nación": "Este es un momento muy importante porque hay un fraude grande, queremos que la legislación se utilice de forma adecuada, vamos a recurrir al Tribunal Supremo de EEUU, queremos que pare la votación, no queremos que busquen más papeletas a las cuatro de la mañana para que las añadan a la lista". "Es un momento muy triste, lo vamos a ganar, y por lo que a mí respecta ya lo hemos ganado", ha lanzado.

Además, Trump se ha proclamado ganador en estados donde se siguen contando los votos como es el caso de Pennsylvania, Michigan o Wisconsin, tres de los llamados estados bisagra que decidirán el futuro ganador de las elecciones. De hecho se tardarán horas e incluso días en saber los resultados finales debido al elevado número de votos por correo emitidos antes de la jornada electoral.

"Estábamos preparándonos para una gran celebración, estábamos ganándolo todo y de repente se cancela todo, los resultados han sido fenomenales y estamos preparándonos literalmente. La gente de este país ha salido en cantidades récord en apoyo a nuestro movimiento, hemos ganado en estados en los que no esperábamos", ha señalado Trump.

La congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez ha respondido a las palabras de Trump asegurando que "proclamarse ganador prematuramente es ilegítima, peligroso y autoritario": "Contemos los votos. Respete el resultado".

Trump acusa a los demócratas de "robar las elecciones"

Minutos antes de esta comparecencia, el presidente Trump ha acusado a los demócratas de tratar de "robar las elecciones", en respuesta a las primeras palabras de Joe Biden, que ha comparecido para mostrar su confianza en que ganarán. Además ha descrito los resultados provisionales como una "gran victoria" que podría llevar a su reelección.

"Tenemos una amplia diferencia, pero están tratando de robar las elecciones. Nunca les dejaremos hacer ¡No se pueden emitir votos después del cierre de urnas! Esta noche haré una declaración, ¡gran victoria!", ha escrito el candidato republicano. El equipo del presidente ya ha pedido dinero a los simpatizantes, vía e-mail, para ir preparando la batalla legar sobre el resultado.

Tras lanzar este comentario, Twitter ha dado un toque de atención a Trump y ha avisado a los usuarios de que su publicación "puede ser engañosa" y que "parte o todo el contenido" del mensaje "está disputado y podría dar lugar a malentendidos sobre unas elecciones u otro proceso cívico".

La campaña de reelección de Trump ha cuestionado agresivamente los procedimientos establecidos en algunos estados clave, como Pennsylvania, para aceptar y contar aquellos votos por correo que lleguen después del día de las elecciones.

"En cuanto se acaben las elecciones, vamos a entrar con nuestros abogados", dijo Trump este domingo en referencia al recuento en Pennsylvania, donde serán válidos los votos por correo que se reciban en los tres días posteriores a este martes.

El mandatario y su campaña han allanado el terreno para posibles juicios desde hace meses, al sembrar desconfianza en el voto por correo -a pesar de que no hay pruebas de que pueda llevar a un fraude generalizado- e insistir en que el resultado que debería contar es el de la noche electoral.

Trump sigue los resultados desde la Casa Blanca, en una fiesta con al menos 200 invitados de su campaña, y planea hacer una declaración pública de madrugada, tras opinar en Twitter que los resultados le depararán una "gran victoria".

Se espera que el resultado de las elecciones sea ajustado y pase por los mismos tres estados que dieron la Casa Blanca a Trump por un margen muy estrecho en 2016: Pensilvania, Michigan y Wisconsin, donde el recuento tardará muchas más horas e incluso días.