Majorie Taylor Greene es una de las nuevas congresistas republicanas que entrará en el Congreso de Estados Unidos el próximo enero. Fiel seguidora de Donald Trump, abiertamente racista y a favor de las armas.

Además, Greene es del movimiento conspirativo QAnon que cree que el mundo está dirigido por una organización de pedófilos satánicos entre los que se encuentran el Papa o Barack Obama, y al que solo Trump puede detener.

En su carta de presentación al Congreso, rifle en mano, no duda en disparar a todo aquello que no le gusta. En el vídeo de campaña va relatando "plan verde, socialismo", mientras dispara con su arma.

Se presenta también como víctima de la censura de los grandes medios y del 'establishment'. Y a través de sus redes difunde mensajes racistas, como que "los negros son esclavos de los demócratas" o que "hay una invasión islámica en el Congreso". Mensajes que han calado entre sus seguidores.

Lo cierto es que Greene ha conseguido que las teorías conspirativas lleguen al Congreso de Estados Unidos, pese a que el propio FBI ha declarado a los QAnon como una amenaza terrorista.