Pocas veces han estado sentados tan cerca y cara a cara, lo han hecho para construir las bases, en un tono más que conciliador, para el traspaso de poderes. En una reunión que ha durado 90 minutos y que el propio Trump esperaba que durará diez. Dice que no le hubiera importado seguir y Obama se ha mostrado sorprendido con el interés de su sucesor: "Estoy alentado por el interés de Trump con el deseo de trabajar con mi equipo".

Trump ha desvelado que sobre la mesa ha habido temas espinosos y también amables y que tiene ganas de tratarlos con Obama pero dice que en la Casa Blanca las diferencias siguen existiendo: "Realmente discutimos muchas situaciones diferentes, algunas maravillosas y algunas difíciles. Tengo muchas ganas de tratar con el presidente en el futuro, incluyendo el abogado".

En las palabras de ambos se deja ver que la reunión ha sido en un tono suave. El mensaje ahora ha cambiado, es tiempo para la unión. "Creo que es importante que todos, sin importar el partido, nos reunamos ahora y nos ocupemos de los problemasa los que nos enfrentamos", ha señalado Obama, que ha calificado la reunión de "excelente".

Recoge el guante Trump que elogia como nunca al presidente: "Señor Presidente, fue un gran honor estar con usted y espero estar con usted muchas más veces en el futuro".

Obama le desea éxito en lo personal porque será en beneficio de todos y ha acabado con un apretón de manos en el que a Trump se le ha escapado un piropo: "Es un gran tipo".

También se han visto las primeras damas, Michelle le ha enseñado a Melania la que será su nueva casa. Dejaban los Trump casi dos horas después la Casa Blanca pero sin la imagen de las dos parejas juntas que sí hubo hace ocho años. Volverán tras la toma de posesión de Trump ya para vivir en ella.