"¡PARAD EL RECUENTO!". Es el furibundo mensaje que Donald Trump ha lanzado en Twitter -así, en mayúsculas- nada más despertar en el segundo día tras las elecciones de Estados Unidos.

El actual presidente y candidato republicano ya cuestionó el proceso la misma noche electoral, sembrando la duda del "fraude" sobre los comicios y reclamando que se paralizase el escrutinio.

Este jueves, el país norteamericano ha amanecido aún sin un ganador, con un puñado de estados todavía inmersos en el recuento, si bien la balanza parece inclinarse del lado del candidato demócrata, Joe Biden, a quien la cadena Fox adjudica ya el estado de Arizona, con lo que estaría a tan solo seis delegados de hacerse con la victoria.

Minutos antes del exabrupto de Trump en Twitter, el que fuera vicepresidente con Barack Obama se pronunciaba en la misma red social precisamente en el sentido opuesto. "Cada voto debe ser contado", escribía Biden, junto a un vídeo con el mensaje: "Contad cada voto".

A la denuncia de Trump, sin pruebas, de un supuesto 'pucherazo', le han seguido recursos judiciales de los republicanos en tres estados: Michigan, Georgia y Pensilvania, los dos últimos aún en liza. Sin embargo, no han logrado paralizar un recuento que se demora por la elevada cifra de voto anticipado y por correo, que supone unos 100 millones de sufragios en estas elecciones.

Una tensión que se ha traducido en las calles, con movilizaciones en ciudades como Nueva York, donde los ciudadanos han salido a reclamar que se cuente hasta el último voto, y a su vez, protestas de los seguidores de Trump en el condado de Maricopa, en Arizona, para que parase el recuento.