El Instituto Nacional de Sismología y Vulcanología de Guatemala explicó, en un boletín especial, que las explosiones provocan retumbos fuertes y ondas de choque audibles hasta a 20 kilómetros que hacen vibrar los techos y las paredes de las casas en las aldeas más cercanas.

Las explosiones han levantado una columna de ceniza de unos 5.000 metros de altura sobre el nivel del mar que se desplaza 20 kilómetros al oeste y que ya ha provocado la fina caída de partículas en comunidades aledañas, como Finca Palo Verde, San Pedro Yepocapa, Morelia, El Porvenir, Santa Sofía o Sangre de Cristo. Además, sobre el cráter hay una incandescencia a unos 150 metros que genera "avalanchas débiles y moderadas".

El portavoz de los Bomberos Municipales Departamentales, Cecilio Chachaj, manifestó que los fenómenos reportados, según los vulcanólogos, son generados a partir de "las condiciones del cráter y del conducto volcánico derivado de la última actividad".

De momento, los registros sísmicos no evidencian aumento de la actividad. Esta se mantiene en los parámetros considerados normales, realizamos monitoreo", apuntó. El pasado 3 de junio, en su tercera erupción del año -la más fuerte de su historia-, el coloso, de 3.763 metros de altura, provocó la muerte de más de 190 personas y dejó 1,7 millones de afectados.