El huracán Laura ha causado al menos seis víctimas mortales y numerosos destrozos a su paso por Louisiana y Texas.

Desde que tocó tierra en Estados Unidos como categoría 4 y con máximas de vientos de 240 km/h, el huracán ha provocado inundaciones e incendios en muchas de las zonas por las que ha pasado. En su avance hacia el norte de Luisiana ya era de categoría 2, disminuyendo su intensidad, y finalmente se ha convertido en una tormenta tropical.

Además de viviendas y comercios abnegados por el agua las lluvias y vientos han destrozado los techos y ventanas de miles de edificios. Los escombros han quedado repartidos por el territorio.

Las seis muertes han tenido su origen en la caída de árboles. El primer caso conocido en Estados Unidos fue el de una niña de 14 años que murió aplastada por un árbol que cayó sobre su vivienda. Cabe recordar que Laura ya dejó 21 víctimas mortales a su paso por Haití y cuatro en República Dominicana.

El presidente, Donald Trump, ha informado de que durante este fin de semana visitará Texas, Luisiana y posiblemente Arjansas para comprobar en primera persona los numerosos daños cuasados.

No obstante, las autoridades coinciden en que la tragedia podría haber sido mucho peor. "Resultó que tuvimos un poco de suerte. Era (un huracán) muy grande, era muy poderoso, pero pasó rápido", ha asegurado el mandatario.