Tras 21 días de silencio y después de escuchar las muchas voces que han apuntado directamente a él o a su entorno como responsables del asesinato de Khashoggi, habla el príncipe Bin Salman para afirmar que "fue un crimen atroz".

Promete asegurando que "Arabia Saudita investigará el caso a fondo y llevará a los responsables ante la justicia" y aprovecha para poner así otro cortafuegos más entre él y el caso.

Precisamente el mismo día en el que, primera vez, Trump ha insinuado que el propio heredero podría estar detrás del crimen. El príncipe "es el que maneja las cosas ahora", ha dicho Trump.

Mientras, los investigadores turcos continúan con los registros en la tercera inspección en la residencia del cónsul. Examinan un pozo en el jardín, precisamente el mismo lugar donde, según 'Sky News', se habrían hallado restos del cadáver de Khashoggi.