En apenas un instante, todo Hiroshima fue devorado por un agujero negro de destrucción y muerte. Desde allí, el papa Francisco ha mandado un mensaje contra el uso de armas nucleares.

"El uso de energía atómica con fines de guerra es inmoral. Como, asimismo, es inmoral, la posesión de las armas atómicas", ha expresado.

En su segundo día en Japón, el Sumo Pontífice ha querido recordar a las miles de víctimas de las dos bombas atómicas de 1945 lanzadas en la Segunda Guerra Mundial. "Todavía hoy se sigue escuchando fuerte el grito de los que ya no están", ha afirmado.

Horas antes de pronunciar estas palabras, el papa lanzaba un mensaje similar en Nagasaki, donde ha dado una misa ante 35.000 personas.

Después se ha dirigido al Parque de la Paz, lugar en el que hace 74 años cayó la segunda bomba atómica lanzada por Estados Unidos.

Desde ahí, el papa ha pedido a los líderes políticos acabar con el clima de miedo impuesto por las armas nucleares. "Que no se olviden de que las armas no nos defienden de las amenazas", ha recordado.

A pesar de alguna complicación climatológica, se ha dirigido a sus fieles en una ciudad en la que los católicos representan el 4,4% de la población, muy por encima de la media del país, que es de un 0,34%.

Es la segunda vez que un papa visita Japón. Mañana, Francisco acabará su viaje por tierras niponas dejando un mensaje claro: trabajar para no cometer los errores del pasado.