El papa Francisco ha viajado a Irak en una visita histórica que ningún pontífice había realizado con anterioridad. Ha aterrizado en Bagdad tras unas cuatro horas de vuelo y ha sido recibido por el presidente del país.

En su estancia, que durará tres días, mostrará su apoyo a los casi 300.000 cristianos que siguen viviendo en el país y que han sufrido en su piel las guerras y la persecución del yihadismo.

Tanto el Pontífice, la comitiva que lo acompaña, la tripulación del avión y los periodistas que viajan con él han sido vacunados contra el coronavirus, en el que es el primer viaje del papa desde que comenzó la pandemia.

Su primera cita ha sido un encuentro privado con el primer ministro de Irak, Mustafa Al-Kadhimi, en la sala VIP del mismo aeropuerto. La última vez que se reunió con él fue el 25 de enero en el Vaticano. En el mismo aeropuerto, Francisco ha realizado la tradicional visita de cortesía privada al presidente de la República de Irak, Barham Salih.

A final del día, está previsto que se traslade a la catedral siro-católica de 'Nuestra Señora de la Salvación' en Bagdad para el encuentro con los Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y catequistas, donde pronunciará otro discurso.