Cara a cara contra las
llamas han pasado la noche en Portugal los miembros de la Unidad Militar de
Emergencias. Allí están trabajando sin descanso 200 militares españoles. La ruina es el escenario que deja el paso
de las llamas.
Pobrais es un pueblo
devastado, casi fantasma. Un tercio de
su pequeña población de menos de 40 habitantes, ha muerto tratando de huir del
fuego. El incendio más mortífero ha
calcinado ya 26.000 hectáreas.
El suelo, el camión de
extinción de incendios... cualquier sitio es válido para que los bomberos puedan
descansar un poco. Se cree que el
fuego lo originó una tormenta seca el pasado sábado. El satélite muestra cómo
se formaron las tormentas ese día en la Península Ibérica.
Ya comenzamos a poner
nombres a los 64 muertos en esta terrible tragedia. Como el de Rodrigo, un niño
de tan sólo 4 años que murió en un coche escapando del fuego con su tío. Pasaba
unos días con él porque sus padres estaban de luna de miel.