Carlos Ghosn ha reaparecido tras su rocambolesca huida de la justicia en Japón. El expresidente de Renault-Nissan ha asegurado ser víctima de una persecución política por parte de las autoridades niponas.

Asimismo, ha afirmado que huyó de Japón a Líbano porque estaba seguro de que si no, moriría en prisión.

El que fuera uno de los hombres más poderosos de la industria del automóvil ha comparecido en Beirut, donde ha sido recibido como un héroe. Hasta aquí habría llegado tras hacer escala en Estambul en una huida que parece sacada de una película.

Un vehículo habría trasladado a Ghosn por la pista del Aeropuerto de Ataturk hasta el avión privado en el que viajó, según asegura la agencia turca IHA. Este iría dentro de una caja para instrumentos musicales.

En su comparecencia ante los medios no ha querido dar detalles de la fuga, pero ha señalado que ha sido víctima de una conspiración entre Nissan y el Gobierno de Japón.

Acusado de corrupción y fraude fiscal, Ghosn tiene nacionalidad libanesa, francesa y brasileña. Líbano es un país que no extradita a sus nacionales.