La posibilidad de un Brexit duro ha obligado a Pedro Sánchez a reunir de forma extraordinaria a sus ministros en Moncloa para analizar cómo suavizar en nuestro país un divorcio no pactado.

Nadia Calviño, ministra de Economía en funciones, ha destacado que "lo importante es que haya una salida ordenada, aunque tenemos que prepararnos para lo peor".

Y en lo peor ya se han puesto las empresas de transporte por carretera, como la de José María, que explica cómo cada año unos 8.000 camiones parten con mercancía española destino Reino Unido, sin restricciones de circulación y entrada.

Con una salida caótica tras el 31 de octubre, la patronal estima que el transporte se reduciría un 90% por los controles aduaneros. "Ahora el traslado a Inglaterra se puede realizar en cinco días, con esto pasaríamos a unos ocho días", explica el Consejero de Armesa.

Las consecuencias irían, especialmente, dirigidas a un sector: el de la agricultura, que es muy dependiente de los vehículos pesados. En juego hay más de 1.000 millones de euros en exportaciones de frutas y verduras.

La incertidumbre también alcanza a los 175.000 españoles en Reino Unido y los 300.000 británicos en España. Un acuerdo bilateral les garantiza prestaciones sanitarias o un computo de cotizaciones, pero solo en un corto plazo.

En Gibraltar también hay preocupación entre las 15.000 personas, 9.000 españolas, que cruzan al día, a pesar del acuerdo que hay para garantizar el tránsito.