El Ejército sirio de Al-Assad prepara su 'ofensiva final' para reconquistar la ciudad de Alepo, que actualmente está en manos de los rebeldes. Mujeres, niños y ancianos huyen de la ciudad, prácticamente en ruinas, a través de los corredores humanitarios habilitados para ello. Cuatro zonas habilitadas por el Gobierno sirio, en colaboración con los rusos, han dado un respiro a 2.300 personas, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

"Que Dios proteja al Ejército. Hemos sufrido mucho y caminamos mucho", se lamenta una mujer. "Que Dios maldiga a los rebeldes", añade. Otra mujer asegura que los rebeldes "no les querían dejar ir". "Nos quitaron el gas, el agua, la electricidad y el pan", denuncia. Sin embargo, los refuerzos del Ejército y los ataques de la aviación rusa han encerrado a los rebeldes de Aleppo, muchos de los cuales, tras la ofensiva de los últimos días, sumada a la oferta del Gobierno de amnistía para los que depongan las armas, se han rendido, según la televisión siria.

Mientras tanto, la ONU ha pedido gestionar los corredores humanitarios abiertos para garantizar así la evacuación de civiles de la ciudad, donde la ayuda humanitaria ha empezado a llegar. El enviado especial de la ONU en Siria, Ramzy Ezzeldin, ha asegurado que "el ministro sirio ha confirmado la intención de su Gobierno de participar en las conversaciones de paz de agosto".