La fulminante propagación del coronavirus en la provincia ecuatoriana de Guayas, cuya capital Guayaquil es una de las ciudades del mundo más castigadas por el coronavirus per cápita, ha creado una situación de abandono de cadáveres que las autoridades tratan de resolver.

Es el caso de un joven de esa ciudad, que ha publicado un vídeo en el que denuncia que las autoridades han dejado desamparada a su familia. En esas imágenes muestra el cadáver de su hermano fallecido "por un problema respiratorio" en la calle.

"Está aquí tirado fuera de la casa, lo estoy grabando, aquí están los señores policías, vino criminalística a hacer levantamiento del cadáver y me dicen que no pueden venir y llevarse el cuerpo de aquí", asegura el joven a cámara mostrando el cuerpo tapado con sábanas enmedio de una acera en la calle.

La situación es tan complicada que asegura que las autoridades le han pedido que espere más: "Hay que esperar un día más todavía con el cuerpo aquí abandonado en la vereda. Que no hay ambulancias disponibles en todo Guayaquil para que puedan retirar el cuerpo de aquí. No hay ambulancias".

La situación en esa ciudad equatoriana donde han muerto 52 de los 79 fallecidos por coronavirus en todo el país es de absoluto caos y las grandes funerarias están desbordadas al no poder llegar a todas las llamadas. Las más pequeñas, por otro lado, se niegan a atender fallecidos por Covid-19 por temor a contagios. Con esta situación, en esa provincia hay muchas familias obligadas a convivir con los cadáveres de sus seres queridos durante días.

"¿Qué está pasando en el sistema de salud pública del país? No retiran a los muertos de las casas, los dejan en las veredas, caen frente a hospitales, nadie los quiere ir a recoger", alertaba el fin de semana la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, desde el aislamiento en su casa por ser una de las contagiadas de coronavirus.

Ante esta situación de verdadera alarma, Ecuador ha anunciado que construirá una fosa común en la ciudad de Guayaquil que albergará a fallecidos a causa de la pandemia de coronavirus.

Según informó el director municipal Gustavo Zúñiga, la capacidad será, en un primer momento, para 300 cuerpos y, cuando se cierre la fosa, se construirá en la ciudad un monumento funerario en honor a las víctimas.