Un escenario caótico es lo que prevé el gobierno de Boris Johnson que será el día después de un Brexit duro.

La consecuencia más visible será la escasez de alimentos, especialmente en productos frescos, ya que los que queden se venderán mucho más caros, afectando al consumidor de clase media y baja.

Boris Johnson, Primer Ministro de Reino Unido, asegura que "estaremos preparados para la salida el día 31 de octubre, con acuerdo o sin él".

Además, faltarían medicinas pues tres cuartas partes de los medicamentos que entran a Reino Unido lo hacen por el Canal de la Mancha.

Otro de los puntos que desvela el informe es el puerto de Dover, que colapsará provocando que camiones y cargueros terminen retenidos durante horas con su carga porque tendrán que pasar controles que ahora no existen.

"Es un documento antiguo que plantea el peor escenario posible tras un Brexit duro", comenta Michael Gove, Ministro para el Brexit, sobre el informe oficial.

Así intenta justificarse el Ministro para el Brexit, pero no ha podido negar que habrá que imponer controles entre las dos Irlandas. Además, se prevén protestas violentas que podrían hacer resurgir el terrorismo.

Otra frontera afectada es la de Gibraltar con España. Los datos revelan que podría haber hasta cuatro horas de retenciones cada día para cruzarla. Además, el gobierno prevé un aumento de la delincuencia porque Reino Unido abandona también la Europol y el sistema de seguridad comunitario.

Pese a todo, Boris Johnson insiste en que su país se irá de la Unión Europea sea como sea.