Su conducta irrespetuosa llegó al límite. "Con sus heces fecales manchaba las paredes, ha golpeado a nuestros guardias", ha afirmado el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, que ha tachado a Assange de "miserable hacker".

Algo que el hombre que le concedió el asilo califica de meras historias. "Sí, Julian Assange no respetaba ciertas reglas. Pero no por eso iba a sacarlo de la embajada", explica el expresidente de Ecuador, Rafael Correa.

Con su expulsión Ecuador hace cuentas y dice haber gastado más de cinco millones en seguridad; 350.000 euros en médicos, alimentación y lavado de ropa; y 265.000 euros en asesoría jurídica.

"Le hemos quitado el asilo a este malcriado y ventajosamente nos hemos librado de una piedra en el zapato", asegura Moreno.

Ahora Assange se enfrenta a una posible extradición a Estados Unidos. Sobre la petición de extradición, Ecuador asegura que no lo conocía. Quien también dice desconocer a WikiLeaks es Donald Trump: "No sé nada de WikiLeaks", dijo el presidente de EEUU. Y eso que en campaña lo mencionó hasta 124 veces.

WikiLeaks desveló los correos de Hillary clinton y fue la perfecta arma arrojadiza de Trump en campaña. Ese, paradojicamente, ha sido uno de los argumentos de Ecuador para echarle de la embajada.