Las imágenes del agónico rescate a una niña eritrea por parte de la guardia costera italiana muestran como los rescatistas lanzaban los salvavidas al mar para intentar salvar a todos los migrantes que estaban a la deriva.

Mientras, en el agua, decenas de personas se aferraban a cualquier cosa que veían flotar y entre todo el bullicio sobresalía un llanto, el de una niña a la que su padre intentaba mantener con la cabeza fuera del agua.

Entre la oscuridad del mar y gritos desesperados, un rescatista nadaba guiado por el sollozo de la pequeña hasta que llega a ella y casi aliento, consigue llevarla hasta el barco patrulla. Interminables minutos en los que Faven, que así se llama la niña, ha vuelto a nacer.

Casi 150 personas han sido rescatadas en esta rápida operación de la guardia costera italiana. Y alegría a bordo del Open Arms, donde los 62 migrantes rescatados, así como los 78 del Aita Mari, podrán desembarcar en Italia. Después, serán repartidos entre cuatro países europeos.