Dos mujeres, una niña y un bebé. Unos supuestos soldados del ejército de Camerún les han detenido por su pertenencia al grupo terrorista 'Boko Haram'. Les conducen a un lado del camino y les vendan los ojos, también a la niña. Ni siquiera tienen compasión por el bebé de pecho, ejecutan a todos a sangre fría.

El Gobierno camerunés ha iniciado una investigación, aunque niega que estos hombre pertenezcan al Ejército: "Los hechos no tienen nada que ver con el trabajo de las Fuerzas de Defensa y Seguridad", asegura Issa Tchiroma Bakari, portavoz del gobierno de Camerún.

Se agarra a que los uniformes no se corresponden con los utilizados en la zona, pero Amnistía Internacional sí da credibilidad al vídeo. Las armas, los uniformes y el paisaje les hacen valorar que es auténtico.

"Las pruebas que hemos mostrado dan una base sólida para sugerir de manera contundente que los individuos que han cometido esas atrocidades son miembros de las Fuerzas armadas de Camerún", asegura en un comunicado Amnistía Internacional.

La ONG ya ha verificado otros ataques similares en el norte del país. Al menos un centenar de casos de torturas, ejecuciones extrajudiciales y asesinatos por parte de las Fuerzas gubernamentales en la cruenta lucha contra Boko Haram.