El Gobierno de la ultraderechista italiana Giorgia Meloni, que tiene de vicepresidente a Matteo Salvini, quiere limitar los derechos de las familias homosexuales con hijos. El último paso lo ha dado la Fiscalía de la ciudad italiana de Padua, que ha impugnado el registro en el Ayuntamiento de los hijos de 33 parejas lesbianas.

Niños que nacieron incluso hace más de cinco años y para los que la Fiscalía quiere modificar su registro: que aparezcan solo como hijos de la progenitora biológica, en lugar de los nombres de las dos madres.

El entorno en el que estas familias se encuentran es un auténtico limbo. Por un lado, el matrimonio homosexual no es legal en Italia. Sí está reconocida la unión civil de parejas del mismo sexo, pero no tienen los mismos derechos. Además, está prohibida la inseminación artificial para parejas de lesbianas, por lo que cuando quieren tener hijos recurren a estas técnicas en el extranjero.

El alcalde de la ciudad, Sergio Giordani (del Partido Demócrata), inscribe en el Registro Civil del Ayuntamiento a los hijos de parejas homosexuales aprovechando el vacío legal. "Desde 2017 inscribo las actas de nacimiento de niñas y niños hijos de dos mamás. Es un acto de responsabilidad hacia los pequeños porque no acepto que sean discriminados". Giordani habla de un "vacío legal gravísimo que el Parlamento debería legislar".

Y en este contexto, la Fiscalía de Padua ha hecho llegar ya a algunas familias una notificación para acudir al tribunal y aclarar su situación, con el objetivo último de cancelar el nombre de la progenitora no biológica en los datos de los hijos de ambas.

Desde asociaciones que luchan por los derechos del colectivo, como 'Famiglie Arcobaleno' (Familias Arcoiris), denuncian que esta impugnación vienen a raíz de las políticas de la extrema derecha en el Gobierno. "Estamos hablando de quitarle un padre legal a los menores incluso seis años después del nacimiento: un acto vergonzoso e indigno de un país civilizado", sostienen en un comunicado.

Lo cierto es que la decisión de la Fiscalía de Padua llega después de que el ministro de Interior italiano, Matteo Piantedosi, enviase hace unos meses una circular a todos los ayuntamientos pidiendo que no reconociesen la filiación de los menores de las parejas homoparentales.

Así que el de Padua no es el primer caso. Por ejemplo, el alcalde de la capital, Roberto Gualtieri, también del Partido Demócrata, decidió saltarse la prohibición del Gobierno e inscribir a los hijos de parejas del mismo sexo que vienen del extranjero. Eso sí, solo en los casos de parejas de lesbianas que tienen sus hijos mediante fecundación asistida.

"Los niños vienen al mundo si hay una mamá y un papá"

La postura del Ejecutivo de Meloni es clara y conocida. Dice Salvini que "los niños vienen al mundo si hay una mamá y un papá. Los fiscales no intervienen porque diga algo tal o cual ministro o algún político, afortunadamente no es así", sostiene.

De igual manera piensa Luca Ciriani, ministro de Relaciones con el Parlamento: "Es importante partir del hecho de que la fiscalía de Padua se limitó a aplicar la ley, como recuerda una sentencia de Casación. En Italia, el matrimonio es solo entre hombre y mujer, por lo que sólo el progenitor biológico es el progenitor cuyo apellido puede inscribirse".

Así, dice, el fiscal simplemente aplicó la ley. Aunque lo hace tras la misiva del ministro Piantedosi, recordemos. "Los alcaldes no están por encima de la ley. Además, es fundamental recordar que los derechos de los niños siempre deben ser protegidos, independientemente de sus padres. Son todos iguales", afirma.

También la Ministra de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades, Eugenia Roccella, se ha pronunciado sobre esto y defiende que la ley es la ley y que no es legal la inscripción de los hijos de dos progenitoras.