Han tenido que pasar más de siete meses de destrucción, ensañamiento y muertes, ya 35.000 palestinos asesinados, para que Estados Unidos comience a sugerir que Israel podría haber violado el derecho internacional en Gaza. Ahora, a su Departamento de Estado le parece "razonable" considerar esta posibilidad. Pero no puede asegurar, por falta de pruebas, dice, que las armas estadounidenses enviadas allí se hayan usado para este fin.
Ese mismo armamento del que, por ahora, han decidido detener su suministro ante la firme decisión del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, de arrasar por completo Rafah. Álvaro Argüelles, analista de 'El orden mundial', señala que "todo apunta a que esa ofensiva es inminente y que si (el presidente de EEUU, Joe) Biden, quiere hacer valer esa línea roja que ha enfatizado a lo largo de estos meses, tiene que actuar ya".
Por su parte, David Hernández, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, explica que "la Casa Blanca y Biden comienzan a ser conscientes de que este posicionamiento con respecto a la Guerra de Oriente Medio le puede costar las elecciones a Joe Biden".
Sin embargo, al mismo tiempo, Estados Unidos ha votado en contra de la integración de Palestina como miembro de la ONU. Con ellos, otros ocho países, incluido Israel, cuyo delegado destruyó este viernes la Carta de las Naciones Unidas, dando a entender que eso es lo que han hecho los 143 países que han votado a favor de la resolución. Israel se está quedando solo, pero Estados Unidos sigue a su lado, siendo los únicos capaces de detener a Netanyahu.
Dejar de suministrar armas, la única solución
David Hernández señala que, "simplemente, con Estados Unidos levantando ese veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y renunciando a un apoyo tan decidido a Israel, el conflicto puede, en este momento, terminar".
En la misma línea, Argüelles sostiene que "la primera forma y más evidente de parar la guerra es no suministrando material militar que la hace posible después". "El 70% de las armas de Israel provienen de Estados Unidos, con lo cual, si Biden quiere, esa ofensiva no se materializa", explica el profesor.
Mientras, más de 150.000 palestinos han salido ya de Rafah, refugiados que huyen, una vez más, para tratar de salvar su vida.