Apple se negó a cumplir con la orden de una jueza federal de crear una nueva versión del sistema operativo del iPhone que esquive funciones de seguridad importantes y se instale en el teléfono del pistolero de San Bernardino, cuya acción es investigada por la Policía como un acto de terrorismo.
El consejero delegado de Apple, Tim Cook, afirmó en una carta enviada a los clientes de la empresa, que la decisión de la jueza federal Sheri Pym representa "un paso sin precedentes" que "amenaza", insistió, la seguridad de los clientes de la compañía.
La magistrada Sheri Pym ordenó a Apple ayudar al FBI a desbloquear y acceder al teléfono usado por Syed Rizwan Farook, que murió por disparos de la Policía junto con su esposa, Tashfeen Malik, después de que ambos atacasen a sus compañeros de trabajo en San Bernardino.
El aparato fue hallado por los agentes en el vehículo en el que Farook, de nacionalidad estadounidense, y su esposa, pakistaní, que eran presuntos seguidores del ISIS.
Los analistas señalan que la decisión del Departamento de Justicia no es una sorpresa y llega después de que la Casa Blanca insistiese esta semana en que el FBI no quiere una llave maestra que le permita acceder a todos los teléfonos, sino simplemente acceder a un único teléfono iPhone.