La comunidad internacional impone nuevas sanciones a Rusia después de que su Parlamento haya formalizado el reconocimiento de la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, unido al envío de tropas rusas al Donbás. En Estados Unidos creen que "la invasión ya ha comenzado" y la Unión Europea considera que las sanciones tendrán que "ir más lejos" porque creen que el conflicto también irá a más.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha amenazado al Kremlin con "ir más allá con las sanciones" si continúa en la misma línea. Asume que con la decisión de reconocer la independencia de estas dos regiones Vladimir Putin "se hace a la fuerza con más territorio". "Está creando un motivo para ir mucho más allá. Este es el comienzo de una invasión rusa de Ucrania", ha sostenido el presidente estadounidense.

Por ello, Biden ha prometido que Estados Unidos no solo brindará más apoyo a militar a Ucrania después de que Putin haya atacado de forma directa a su "derecho a existir", sino que también reforzará a sus aliados del Báltico.

Con esta situación, ya sí, la Unión Europea también ha decidido por unanimidad aprobar sanciones contra los responsables, mandos militares y loa 351 miembros de la Duma (el Parlamento ruso). No obstante, entre estos primeros objetivos no está el presidente, Vladimir Putin, a quien la UE responsabiliza de haber colocado a Europa al borde de una guerra.

Se trata de un primer paquete de medidas a por la "agresión" a Ucrania, pero prevén una respuesta más dura si Moscú va a más. Principalmente, la UE quiere cerrar el grifo de la financiación del Estado ruso en sus mercados financieros, para que "los responsables de la agresión a Ucrania sientan las consecuencias de sus actos", ha explicado Josep Borrell, jefe de la diplomacia comunitaria, que ha reconocido que las sanciones podrían haber ido "más lejos".

De este modo, Borrell ha explicado que las sanciones son similares a las que en 2014 se adoptaron cuando Rusia se anexionó la región ucraniana de Crimea y que entonces no tuvieron efecto, pero defiende el carácter gradual de las mismas, porque Europa teme que Putin vaya más lejos. "Si Rusia da un paso más, si se produce la agresión militar, las sanciones serán infinitamente más masivas que estas", ha mantenido.

A esas medidas de Europa en su conjunto se suma la decisión de Alemania de bloquear la certificación del gasoducto Nord Stream 2, una medida reclamada a Berlín por otros socios comunitarios y que Borrell ha agradecido porque, considera, "amplifica el mensaje de unidad".

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha dicho que su país implementará una serie de sanciones contra Rusia después de que Moscú reconociera la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, y ordenara el despliegue de efectivos militares en ambos enclaves. En una comparecencia ante los medios, Kishida ha condenado la "violación del derecho internacional" de Rusia y ha adelantado que se suspenderán visados y congelarán fondos de esos dos territorios separatistas ucranianos.

Por su parte, Australia ha advertido de que prohibirá la entrada a ocho miembros del consejo de seguridad ruso, a quienes les aplicará sanciones financieras, además de sanciones contra industrias de diversos sectores como la energía, minería e hidrocarburos de Donestsk y Lugansk, así como instituciones bancarias como el VEB y el banco militar ruso, entre otras.