La demanda civil fue presentada por el Departamento de Justicia en un tribunal federal de Detroit, en el estado de Michigan, en nombre de la EPA, por "impedir y obstaculizar" los controles federales de emisiones contaminantes.

Según la demanda, el Departamento de Justicia considera que Volkswagen instaló en los motores diesel de casi 600.000 vehículos dispositivos ilegales para entorpecer sus sistemas de control de emisiones, con lo que éstas superaban lo establecido legalmente.

El Departamento de Justicia indica en un comunicado que la demanda sostiene que el fabricante alemán violó las normas medioambientales recogidas en la llamada Ley de Aire Limpio con la introducción en el mercado estadounidense de vehículos con características diferentes a lo que indicaba en sus certificaciones.

"Con la presentación de la demanda, damos un paso importante para proteger la salud pública buscando que Volkswagen rinda cuentas por cualquier ilegalidad sobre la contaminación del aire, colocándonos en el camino de resolver" este problema, dice en el comunicado Cynthia Giles, viceadministradora para el cumplimiento de normas ambientales del Departamento de Justicia.

La funcionaria asegura que las conversaciones que han mantenido hasta el momento con el fabricante automovilístico para la llamada a revisión de los vehículos afectados con el fin de resolver el problema "no han producido una forma aceptable" de solución.

Según las investigaciones de la EPA, los vehículos afectados son los equipados con motores de 2.0 litros y algunos de 3.0 litros, que en condiciones de conducción normales "emiten óxidos de nitrógeno a niveles hasta 40 veces superiores" a los admitidos.

La compañía ha empezado a notar un descenso en sus ventas debido a este escándalo, con un descenso del 25% en noviembre debido a la salida del mercado de los vehículos equipados con motores diesel de 2 y 3 litros, los afectados por el trucaje.