La Administración Federal de Aviación de EEUU ha ordenado la paralización inmediata de todos los vuelos en territorio nacional de los aviones Boeing 737 MAX. Esta decisión se toma después de que uno de estos aparatos registrara un reventón de su fuselaje a 4.800 metros de altitud.

Ocurrió durante un trayecto desde Portland (Oregón) a Ontario (California). El incidente, que no dejó víctimas, fue grabado por algunos de los 171 pasajeros que iban a bordo. Las imágenes, examinadas por la FAA, revelaron que el boquete tenía las medidas exactas de una parte del fuselaje que algunos modelos reservan para la instalación opcional de una puerta de salida de emergencia.

Un testigo citado por la CNN asegura que el fuselaje se soltó cuando el avión cogió altitud y añade que no se dio cuenta hasta que pudo quitarse la máscara de oxígeno. En medio de una crisis de despresurización, los pilotos del avión (operado por Alaska Airlines) decidieron dar media vuelta en dirección a Portland, donde acabaron efectuando un aterrizaje de emegencia. El avión solo estuvo en vuelo aproximadamente 35 minutos desde que despegó.

Así, la actividad de estos aparatos "queda prohibida hasta su inspección y las medidas de corrección oportunas", en una decisión que afectará aproximadamente a 171 aviones. Todos ellos serán sometidos a un análisis que, por lo general, suele durar de entre cuatro a ocho horas, antes de que los inspectores decidan si están preparados para volar de nuevo.