Posibles despidos a la vista

EEUU, 'cerrado': la Administración Trump deja a medio gas los servicios públicos hasta aprobar unos Presupuestos

Los detalles El Congreso no ha llegado a un acuerdo de presupuestos ni de gasto federal, lo que ha provocado un llamado cierre gubernamental en el que el turismo o la economía estadounidense están en jaque.

EEUU, 'cerrado': la Administración Trump deja a medio gas los servicios públicos hasta aprobar unos Presupuestos
Escucha esta noticia
0:00/0:00

La Administración Trump sigue sumando surrealistas episodios al frente de Estados Unidos. El Congreso no ha llegado a un acuerdo de presupuestos ni de gasto federal, lo que ha provocado un llamado cierre gubernamental en el que "los servicios públicos del país han quedado en un limbo", como aseguran algunos medios de comunicación.

La realidad es que, ahora mismo, muchos de los servicios públicos de EEUU funcionan a medio gas. Sin ir mas lejos, una de las visitas turísticas al Capitolio de un grupo de escolares fue realizada por una congresista después de que los alumnos llegaran sin saber que su excursión había sido cancelada.

Este cierre gubernamental ha dejado cerrados sitios tan turísticos como la Estatua de la Libertad o el Museo Smithsonian, mientras que otros abren bajo mínimos. Es el caso del Joshua Tree National Park (California), donde llevan dos días sin rangers, sin funcionarios y prácticamente sin visitantes. "Lo siento por los rangers a los que han despedido", asegura Steven Fredericks, guía del parque.

Lo que afecta también a otros negocios que dependen de este parque. Como los guías o el dueño de la empresa de alquiler de bicis: "Sin gente, no vamos a hacer negocio".

Un parón que daña al turismo y, por consiguiente, a la economía estadounidense. Porque si se alarga hasta este viernes, hasta mañana, no habrá quién publique su dato de paro. Lo que sumiría al país todavía en una mayor incertidumbre que podría verse reflejada en Wall Street. La última vez que se produjo este cierre, hace siete años, duró cinco semanas y su PIB se contrajo una décima.

Precisamente esa última vez también fue con Donald Trump en la Casa Blanca. Aunque el republicano parece el único que considera este cierre una buena noticia: "Podemos sacar mucho bueno de estos cierres. Podemos cargarnos muchas cosas que no queremos. Vamos a despedir a mucha gente".

Porque el presidente estadounidense quiere aprovechar la coyuntura para despedir a 750.000 empleados públicos sin contar con el varapalo que supondrá para esa economía que prometió salvar.