Los mongoles que han sido llamados a unirse a las filas rusas, tras la movilización parcial decretada por Vladimir Putin el pasado miércoles para reforzar las tropas en la guerra en Ucrania, están recibiendo amuletos budistas para que tengan suerte en el campo de batalla.

Cualquier soldado llamado a luchar en el frente que se niegue a hacerlo se enfrentará a penas de prisión de hasta 10 años. Se descarta, eso sí, movilizar a estudiantes universitarios mayores de 18 años.