Dos agentes de la Policía ucraniana han sido detenidos a las afueras de Kiev acusados de haber matado de un tiro a un niño de cinco años mientras jugaban con sus pistolas reglamentarias, según informa 'Ukraine Today'. Los investigadores aseguran que los policías estaban ebrios en el momento de los hechos, a pesar de que se encontraban de servicio.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 31 de mayo cuando los dos agentes estaban jugando a disparar contra latas y botellas en el patio trasero de una casa. El menor recibió el impacto de una bala en la cabeza y falleció en el hospital tres días después.

No obstante, estos aseguraron que el pequeño, Kyrylo Tliavov, se había caído al suelo y se había golpeado la cabeza contra la acera.

Este caso ha desatado una ola de indignación en Ucrania, donde cientos de ciudadanos han salido a las calles con bengalas y pancartas para pedir la dimisión del ministro de Interior, Arsen Avakov, y que el asesinato del pequeño no quede impune.

"No pueden salirse con la suya. Mañana otro se emborrachará y disparará", ha declarado un manifestante.

El presidente del país, Vladímir Zelenski, ha querido condenar los hechos mediante un comunicado en Facebook: "No nos ablandaremos. No intententaremos ocultar este asunto. Esta tragedia debería convertirse en una lección. Aquellos que tienen que cuidar la seguridad de los ciudadanos deben recordar su responsabilidad".

Por el momento el juez ha decretado prisión preventiva durante dos meses para los acusados, a la espera de que se esclarezcan los hechos.