La Policía ha informado en un breve comunicado que "los dos hombres son sospechosos de haber ayudado con palabras y hechos al autor de los atentados armados en Krudttønden y Krystalgade (el centro cultural y la calle donde está la sinagoga, respectivamente)". Los cargos con que se los quiere imputar son haber proporcionado las armas usadas en los tiroteos y darle cobijo tras los atentados, según ha dicho su abogado a medios digitales daneses.

La Policía informó además de que busca más testigos para determinar los movimientos del sospechoso antes, durante y después de los dos atentados, que se produjeron en un intervalo de ocho horas entre el sábado por la tarde y la madrugada del domingo. Varios puntos de la capital danesa han sido objeto de registros y redadas en las últimas 24 horas, como un cibercafé a unos pocos cientos de metros de donde fue abatido el tirador y donde según medios daneses se produjeron varios arrestos, aunque la Policía no ha querido dar detalles al respecto.

Las autoridades han confirmado que es un joven de 22 años nacido en Dinamarca y conocido por actividades delictivas relacionadas con violaciones de las leyes de armas y actos violentos. Varios medios digitales y televisiones lo han identificado como Omar Abdel Hamid El Hussein y han distribuido varias fotos suyas. El Hussein había salido de prisión hace dos semanas tras cumplir parte de una condena por un ataque con cuchillo en un tren en 2013. Los tribunales lo dejaron libre porque aunque la pena era de dos años, llevaba más de uno en la cárcel y el juicio de apelación estaba fijado para agosto de este año.

La Policía no ha confirmado el nombre del joven ni su historial, sólo que estaba bajo el radar de los servicios de inteligencia, lo que unido a la elección de los escenarios para los atentados ha hecho que se maneje la teoría de la inspiración yihadista.