Una caravana arrastrada al antojo de unas lluvias torrenciales que han golpeado el sur de Francia. Las fuertes tormentas convirtieron la región en una balsa en cuestión de minutos, con serios problemas para circular. 1.600 personas, la mayoría estaban en campings, tuvieron que ser evacuadas por precaución. Entre ellos un centenar de niños de un campamento de verano.

"Llevo viniendo aquí desde principio de los 80, cuando era joven, y nunca había visto nada igual", asegura uno de los afectados.

Se han producido cortes de electricidad en miles de hogares. Hay dos desaparecidos: un excursionista y un turista alemán de 70 años que, al parecer, buscó refugio en su caravana y fue arrastrada por la riada.

Estaba al cargo de un grupo de niños alemanes, cuatro de ellos tuvieron que ser hospitalizados por hipotermia. Precisamente, sobre ese campamento se ha abierto una investigación porque no estaba autorizado y ya hay dos detenidos.