El ministro de interior inglés, Sajid Javid ha indicado que el supuesto sobre el que está basando la investigación es que la pareja entró en contacto con el agente nervioso en otro lugar. Pese a ello, Javid ha confirmado las sospechas del Gobierno de que ambos incidentes están relacionados, aunque la investigación debe de continuar.

La policía de Wiltshire, localidad donde se encuentran tanto Amesbury como Salisbury, separadas por apenas 13 kilómetros, trabaja en las pesquisas junto con más de un centenar de detectives de la unidad antiterrorista de la policía británica. Además, el comité de emergencia Cobra, formado por los principales ministros y por representantes de las fuerzas de seguridad del país, se reunió hoy por segundo día consecutivo para abordar el caso.

Javid afirma que el servicio británico de protección sanitaria no encuentra que exista un riesgo significativo para el público. Sin embargo, el ministro inglés ha pedido a la población que visitara los lugares donde estuvieron los dos intoxicados que tome medidas de higiene como precaución.

Ha dicho también "que nos enfrentamos a acciones que amenazan nuestra seguridad; es completamente inaceptable que nuestros habitantes sean objetivos, deliberados o accidentales de envenenamiento". Al tiempo que acusó a Moscú de intentar sovacar la seguridad del Reino Unido y la internacional, en general. "Los ojos del mundo están en Rusia ahora mismo, no solo por el mundial de fútbol", ha concluido el ministro.

Los dos británicos continúan hospitalizados en estado crítico en el hospital Sallisbury District, el mismo donde estuvieron internados los Skripal, desde que el pasado sábado fueran ingresados tras encontrarse indispuestos.