Mientras Estados Unidos se convierte en el epicentro mundial de la pandemia de coronavirus, con más de 140.000 contagios detectados, su presidente Donald Trump sigue con una venda en los ojos y sin implantar medidas drásticas para frenar su avance.

A pesar de que el responsable científico de la lucha contra el coronavirus de la Casa Blanca, Anthony Fauci, ha estimado que la pandemia podría alcanzar "millones" de contagios en todo el país con resultado de entre 100.000 y 200.000 muertos, el presidente sigue sin ver "necesaria" una cuarentena obligatoria en los estados de Nueva York, Nueva Jersy y Connecticut, los más afectados.

Además, Trump asegura que, aunque se trata de una cifra "horrible", supondría un "trabajo bien hecho" si la pandemia se saldase con un total de 100.000 muertos o "tal vez incluso menos".

De hecho, el epidemiólogo Fauci es uno de los que apuestan por hacer recomendaciones a la ciudadanía sin implantar una obligación ya que, según apunta, "la cuarentena es demasiado estricta".

Precisamente este lunes la Casa Blanca ha anunciado que el país no volverá a funcionar con normalidad el 12 de abril, como se había anunciado, y que las medidas de distanciamiento social se ampliarán hasta el día 30.

Trump asegura que esa fecha era "un objetivo aspiracional" y puntualiza que confía en que para el 1 de junio la situación comience a mostrar signos de mejoría.

EEUU supera a China, que deja de ser el foco mundial de la pandemia

China solo ha presentado 31 nuevos contagiso en las últimas 24 horas y solo uno de ellos ha sido local, mientras que la ciudad de Wuhan -epicentro del brote- sigue sin presentar nuevos casos.

China ha pasado a ser el cuarto país más con más afectados por coronavirus por detrás de Estados Unidos, Italia y España. A pesar de esto, en las últimas horas han aflorado dudas sobre el número real de víctimas mortales en el país asiático.

Las muertes oficiales ascienden a más de 3.000 pero a raíz de la apertura de las funerarias para enterrar a las víctimas creen que podrían ascender a 40.000: las colas para recuperar los cadáveres superan las cinco horas.