A Donald Trump no le ha temblado el pulso a la hora de arremeter contra los medios de comunicación después de las contradicciones de la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, sobre el despido del director del FBI, James Comey.

Tras la aluvión de críticas por la desinformación, Trump se lanzó a su cuenta de Twitter para amenazar sobre la posibilidad de suprimir radicalmente las ruedas de prensa. "¿Quizás lo mejor sería cancelar todas las futuras conferencias de prensa y distribuir respuestas escritas en beneficio de la rigurosidad?" ha escrito en su perfil personal el presidente.

Esta pregunta se debe a que ha asegurado que él es un "presidente muy activo con muchas cosas pasando", por lo que sus portavoces pueden "colocarse en el podium" sin contar con la "total rigurosidad".

Trump tuvo que conceder una entrevista a la NBC para explicar las razones y el procedimiento utilizado en el despido Comey. El presidente aseguró que lo hubiese destituido de todas formas.

Sin embargo, sus portavoces señalan que todo vino de la mano de la recomendación del fiscal general adjunto, Rod Rosentein, por la forma en la que Comey gestionó la investigación sobre los correos de Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado.

Además, señaló que Comey había perdido la confianza de la clase política y de sus subalternos, algo que el director en funciones del FBI, Andrew McCabe, ha negado rotundamente ante la Comisión de Inteligencia del Senado. "El director Comey tenía un amplio apoyo dentro del FBI y aún lo tiene", ha asegurado Andrew McCabe.