Disneyland París celebra por todo lo alto sus bodas de plata, pero su historia no está siendo precisamente un cuento de hadas. El mayor parque temático de Europa no ha parado de generar pérdidas desde que abrió sus puertas en 1992.

Solo ha conseguido generar beneficios en seis ejercicios. El año pasado, las pérdidas superaron los 858 millones de euros, con una deuda de más de 1.130 millones. Unas cuentas poco mágicas a pesar de recibir más visitantes que dos iconos franceses como el museo del Louvre y la Torre Eiffel.

Ya desde sus inicios las cosas se torcieron, teniendo que rebajar el abultado precio de las entradas, y se equivocaron al estimar los recursos que absorberían los sueldos. También se construyeron más hoteles de los necesarios y los últimos atentados en Francia han ocasionado un descenso de visitantes a Disneyland París.