El director de la Oficina Federal de Investigación (FBI), James Comey, aseguró que en EEUU no existe "la privacidad absoluta", pero agregó que el Gobierno no podrá traspasarla sin "una buena razón", al comentar el auge de las comunicaciones encriptadas.

El jefe del FBI subrayó que "en las circunstancias apropiadas un juez puede obligar a cualquiera de nosotros a testificar ante un tribunal sobre esas mismas comunicaciones privadas".

No obstante, recalcó que los estadounidenses cuentan "con una razonable expectativa de privacidad en sus casas, sus coches y sus aparatos".

"Es una parte vital de ser ciudadano de EEUU. El Gobierno no puede invadir tu privacidad sin una buena razón, comprobable en un tribunal", afirmó Comey.

El director del FBI hizo estas declaraciones al comentar el aumento en los programas de encriptación informática tras las revelaciones del excontratado de la CIA Edward Snowden en 2013 sobre la capacidad secreta de espionaje de las comunicaciones de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

Comey no se refirió a las recientes filtraciones de WikiLeaks sobre los programas de la CIA para penetrar en teléfonos inteligentes y ordenadores conectados a internet.

Por último, Comey descartó que vaya a dejar el cargo antes de que se cumpla su mandato de diez años, que comenzó en 2013.