El primer ministro de Corea del Sur ha dimitido once días después del naufragio del buque Sewol que dejó casi 200 muertos y un centenar de desaparecidos. En una rueda de prensa, ha asegurado que "tras ver el dolor y el enfado de las familias" debe asumir su responsabilidad por la "mala gestión" de la tragedia y deja el cargo.